El día de hoy los medios cantan la buena nueva de que el gobierno a mediado para que la banca otorgue más créditos a la producción agrícola. Si antes los vegetales que veíamos en el plato del mediodía estaban allí gracias a que unos campesinos se levantaban temprano y muy poco más, ahora hay que contar con la intervención de los banqueros. Los bancos apuestan a ganar siempre. Para eso existen. Esa ganancia de los bancos la veremos más adelante en la clorofila de la lechuga que nos comamos, tintineando. El precio de la comida, si interviene el señor sonriente del saco y la corbata, nunca bajará.