(El presente es un extracto de las palabras que compartió la madre de Eduardo con todos los presentes en la Parroquia Santa Rosa de Lima el día 27 de marzo del 2016)
Eduardo:
En este momento ya debes saber que no voy a llorar más por ti; que siento en mi corazón una paz que sólo Dios y tú me han podido dar.
Ahora sé que Dios tiene un lugar especial para las almas nobles como la tuya, porque puedo verte feliz y, de alguna manera, puedo escucharte pidiéndome que no esté triste.
No sé mucho, pero puedo asegurar con toda la certeza posible, que la vida no termina nunca, que tan solo nuestro cuerpo muere. Por eso, cuando también mi devenir en la tierra llegue a su punto final, continuaré caminando hasta ti, hasta dar contigo. Recorreré cada rincón de la eternidad hasta volver a encontrarte, mi Chiqui. No estás perdido porque mi corazón, como una brújula, me orientará hasta tu norte. Y no importa que la eternidad sea oscura como el espacio abierto porque la luz de tu sonrisa me mostrará el camino.
Te amo con todo mi ser, Eduardo. Te amo con tal profundidad que no me conozco. No habrá un día en esta vida en el que no te recuerde, porque es imposible arrancar de mí tu dulzura, tu mano cálida acariciándome la barriga, esa en la que tu hermana más pequeña se formaba. Me resulta imposible olvidar el color de tus ojos, las modulaciones de tu voz, tus dedos sosteniendo un lápiz, la inclinación de tu cuerpo sobre el lomo de tu caballo, tu llanto nocturno, tus primeros pasos por el mundo, tus risas, tus quejas, tus preguntas, tus sueños. Todo.
Chiqui, cuida de nosotros, de tus abuelos, de tus hermanitas, de tu papi, de tus primitos, de tus tíos y tías, de tus amiguitos y maestras porque ninguno es tan fuerte como tú ni está tan cerca de Dios.
Te amo mi chiqui. Te amo, te amo, te amo.
Hasta pronto, mi Eduardito.
Tu mami.
Dennis Ripoll 
Hermosas palabras!!! que fortaleza!!!! Es Imposible no llorar! 😢
Solo Dios puede dar esa fortaleza.
Gracias Dios por haberle suministrado esa paz que solo tu puedes dar en medio del dolor…
Que Dios bendiga siempre la fortaleza de esta madre. Yo no me imagino el dolor de perder un hijo y tener aun fuerzas para escribir de esta forma. He llorado a borbotones! Bendiciones infinitas hermosa mujer!!
Que Dios te bendiga yari.
Increíble!!.. Imposible no llorar!!.. No te conozco pero la admiro!!!
lo siento mucho no sabia Denny que era tu sobrino!!!lo siento en el alma!!!Dios tiene un lugar especial para el!!!que el Señor sane tus heridas un los cubras con su sangre preciosa!! a ustedes y familia.
Yari que Dios todo poderoso siga derramando esa paz y tranquilidad en ti. Ten por seguro que tu Eduardo es tu mayo ángel guardián. Dios te bendiga Yarisa Ripoll
Es una experiencia sustentada en el dolor admiro tu fortaleza porque solo el que ha experimentado el dolor puedes entenderlo……..me uno a tú sentimientos y a tu familia mi abraso en su dolor.
Yari. K Dios bendiga y te de mucha fortaleza en tu dolor
No les conozco, solo soy una amiga de una amiga que pidió oración por Eduardo durante su enfermedad, y aún después de ella, sabiendo la voluntad de Dios, he seguido orando por ustedes, en especial por sus padres. Cada artículo que he leído me hace llorar, en especial este, leer con la descripción de cada detalle que su mami observaba a su niño, me hace pensar que era una madre dedicada. Es reconfortante leer estas palabras y saber que Dios ha cumplido lo que ha prometido: darle su paz que sobrepasa todo entendimiento. Confiamos que así será y puedan aferrarse a la Fe en Dios y sus promesas que están en su verdad (la Biblia) y puedan cumplir el propósito por el cuál Dios lo ha permitido. Que Dios les bendiga!
Estos escritos que he visto por casualidad y sin conocer la historia detrás de ellos, me llegan al alma y causan un dolor como si estuviera viviendo con usted esta triste experiencia. Por lo leído sé que es la perdída de un hijo lo cual no tiene comparación con dolor alguno que exista en esta tierra , siento mucho su dolor y a la vez halago su forma de escribir y su valor al hacerlo. Que su niño este en la gloria de Dios, descansando al lado de nuestro creador es sin duda la única pequeña porción de conformidad que un padre puede tener. Lo siento en el alma
Es imposible no llorar al leer cada una de tus palabras. Pero más impresionante es saber tan fuerte, sé que esa fortaleza muy probablemente viene de tu angelito.